Uniforme, ¿Sí o No?
Mar
13
Uniforme, ¿Sí o No?

El debate sobre el uniforme en las escuelas ha dejado de ser una polémica restringida a las escuelas privadas o al momento del inicio del curso, y puede llegar a la mesa de los consejos escolares y los políticos. Al menos así lo defendió ayer el secretario general de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, al asegurar que “vale la pena” abrir la discusión sobre el uso de esta vestimenta en las escuelas catalanas, y que sería positivo que la conclusión fuera que los escolares fueran “con uniforme”.
Las afirmaciones del líder democristiano a la emisora RAC1 llegaban horas después de la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, volviese a plantear en declaraciones a una agencia de noticias catalana que sean los consejos escolares de cada centro educativo los que decidan si quieren recuperar el uniforme o si quieren establecer unas normas de vestimenta más igualitarias. Rigau se ha mostrado preocupada por “la obsesión de los alumnos de saber cada día qué se ponen, de cambiar, de cierta competencia y vinculación inmediata con las modas”. De momento, sin embargo, señaló que el Govern no tiene previsto emitir ninguna norma relativa a los códigos de vestimenta de los escolares.
El debate sobre la vestimenta escolar está ya sobre la mesa porque muchos centros han establecido reglamentos que impiden a los alumnos taparse la cabeza ya sea con gorras, cascos o velos. Pero ahora el planteamiento vamás allá y entronca con la preocupación de los padres por frenar la tendencia consumista de los menores y evitar que se establezcan competiciones por las marcas o por distinguirse unos de otros. Por otro lado, se ha visto que en aquellos centros privados –se calcula que hay un centenar en Catalunya– donde existe el uniforme, las discusiones sobre la vestimenta desaparecen, aun a costa de que algunos alumnos y familias se puedan sentir coartados en su libertad. Duran Lleida ayer decía que adoptar esta indumentaria tiene ventajas ya no sólo de carácter económico, sino también en cuanto a los valores, porque los alumnosno estarían tan pendientes de las marcas y habría igualdad en este sentido.
La consellera Irene Rigau, en una entrevista a este diario a los pocos días de acceder al cargo, ya manifestó que “amenudo hay formas de vestir que son más propias del ocio que del estudio, y la vestimenta en el aula debe estar de acuerdo con el trabajo que se va a hacer allí”. En algunos países, añadió, se ha introducido el uniforme para alumnos de escuelas públicas o de barrios problemáticos para aumentar el sentido de pertenencia al centro y evitar comparaciones por motivos de modas. Rigau ya anticipó que no vería con malos ojos permitir los uniformes si hubiese
acuerdo en la comunidad educativa y la realidad de un centro –tanto público como concertado– lo requería. Los consejos escolares tienen capacidad para decidir normas relativas a la vestimenta y podrían incluso establecer diferencias por edad.
Duran también fue preguntado por el debate en la Comunidad de Madrid sobre la oportunidad de recuperar las tarimas para el profesor en el aula, y señaló que este elemento “forma parte de la autoridad del maestro”, y que también se debe abrir una reflexión. Lamentó que se confunda el autoritarismo con la autoridad, necesaria para que haya libertad, y que se haya cuestionado el valor del esfuerzo en la escuela.